Del test de Rorschach al Tarot: Pareidolia e Interpretación Visual
- Felicitas Sidders

- 7 sept
- 4 Min. de lectura
Cuando trabajamos con Tarot solemos traducir imágenes en palabras: miramos una carta, reconocemos un símbolo y lo interpretamos para dar un mensaje. Pero ¿qué pasa si intercambiamos los roles?
Podemos invitar al consultante a que primero describa lo que ve y lo que siente frente a la carta. Sin sugerir significados: dejar que las formas, colores y símbolos activen su memoria y su imaginación.
Un símbolo siempre representa algo más que su significado obvio e inmediato.
Lo fascinante es que esas asociaciones casi siempre conectan con lo que la persona está viviendo, con recuerdos o emociones que emergen de manera espontánea. Lo que aparece en la carta entonces, se transforma en su espejo.
De la adivinación a la introspección
Desde tiempos inmemoriales la humanidad buscó significado en lo cotidiano. En la antigüedad existían sistemas de adivinación que se basaban en la observación: se leían los hígados de los animales, se seguía el vuelo de los pájaros, se interpretaban las nubes o el movimiento de las constelaciones (sigue muy presente actualmente).
Estos métodos formaban parte de rituales predictivos: se abría un espacio y un tiempo sagrado, se contemplaba el fenómeno y, luego, se elaboraba una interpretación.
Hoy podemos retomar esas mismas técnicas desde otro lugar. Ya no como predicción externa, sino como herramienta de reflexión personal. La observación se convierte en canal para escuchar al inconsciente y descubrir cómo nos relacionamos con lo que vemos.
Rorschach, Pareidolia y Tarot
¿Se acuerdan del famoso test de Rorschach? Esas manchas de tinta que “no significan nada” y, al mismo tiempo, significan todo lo que la mente proyecta.

Ahí entra en juego la pareidolia: fenómeno psicológico por el cual percibimos formas conocidas (caras, animales, objetos) en estímulos ambiguos o aleatorios. Ver figuras en las nubes, reconocer un rostro en la corteza de un árbol, o imaginar un paisaje en las manchas de humedad de la pared.

Lejos de ser expertos como los antiguos, que estudiaban durante años para ofrecer interpretaciones predictivas precisas, nosotros podemos aprovechar la capacidad natural de nuestro cerebro de asociar formas abstractas y conectarlas con símbolos. Esto nos permite acercarnos a nuestro inconsciente y usarlo como herramienta de autoexploración y autoconocimiento.
Acá van algunos ejemplos de lecturas donde integramos la observación consciente, la pareidolia y el intercambio activo con el consultante.
Ejemplo 1: el Velella Velella y el As de Agua
Hace un mes visité el mar Báltico acompañada de una gran amiga. Con el hermoso atardecer de fondo, saqué una carta de mi mazo para ella: salió el As de Agua. Mientras buscaba el poema para leerle, mi amiga observó la carta y me dijo que le recordaba a la Velella velella, un tipo de animal marino emparentado con las medusas, anémonas y corales. Ella habia encontrado uno de ellos años atrás en el mar y le había dejado un lindo recuerdo.
Me mostró una foto del ser y me sorprendió lo parecida que era la forma con la carta, algo que yo no conocía hasta ese momento. Conversamos sobre las características del Velella velella y cómo se relacionaban con su situación actual: su fisiología, su comportamiento y la manera en que vive entre el agua y el aire.


Ejemplo 2: dos miradas sobre la Fire Weaver
En otra lectura con tres cartas, la última fue la Fire Weaver. Cuando le pregunté a la consultante qué veía, ella interpretó que la figura estaba recibiendo un ataque desde afuera, y que debía defenderse. Yo, en cambio, conozco a la carta como una tejedora activa: ella lanza la cinta, ella ataca, ella acciona.

Su interpretación entonces, reflejaba su estado emocional en ese momento: sentirse indefensa. El Tarot, sin embargo, la invitaba a recuperar la acción y el poder.
Este ejemplo muestra cómo un mismo símbolo puede abrir múltiples interpretaciones y, al dialogarlas, la perspectiva se amplía.
Si sos tarotista, también podés aplicar esta idea: dejar que el consultante describa primero lo que ve en la carta y comenzar la sesión desde ahí, permitiendo que su percepción guíe la lectura.
Ejemplo 3: la mancha en la mesa y el proyecto
En esta autolectura, la consulta tenía que ver con si debía lanzar un proyecto o no. Al sacar la carta, me fijé en la mesa y, para mi sorpresa, noté que una mancha en su superficie tenía una forma muy similar a la figura de la carta Fire Weaver.
En la carta del Diez de Aire, con un poco de imaginación, se pueden unir puntos por líneas punteadas y percibir otra figura con piernas abiertas, como danzando y en movimiento. Curiosamente, esta figura se repetía tres veces, recordándome lo sorprendente que puede ser el Tarot…
Aquí entra en juego la pareidolia: mi cerebro empezó a hacer estas conexiones, mostrando cómo formas abstractas pueden dialogar con el contenido de la tirada. La literalidad del “lanzar” es evidente en Fire Weaver, y además, en la última carta, la figura parece patear o activar algo energéticamente.
En pocas palabras: el Tarot (y la mesa misma, jaja) parecían decirme que debía lanzar el proyecto.
Esta sincronicidad reforzó el mensaje simbólico de la lectura y recordó que, a veces, los disparadores de interpretación pueden aparecer fuera de las cartas, si estamos atentos y abiertos a observar más allá de lo evidente.
Mi mazo Trinum Tarot tiene un lenguaje abstracto y abierto, lo que lo hace ideal para este tipo de práctica. Pero incluso si usás otros mazos, podés probarlo y contarme cómo te resulta la experiencia.
Ejercicios para entrenar la Pareidolia
Si querés experimentar con estos ejercicios incluso fuera del Tarot, te propongo algunas prácticas sencillas. La idea es abrir un espacio-tiempo consciente, como si abrieras un pequeño oráculo, y dejar que las imágenes te hablen.
Mirar las nubes → Tomate 5 minutos, observá qué figuras aparecen y pensá cómo se relacionan con tu momento presente.
La borra del café o del té → Observá los restos en el fondo de la taza y describí lo que veas.
Dibujo con los ojos cerrados → Hacé garabatos al azar y, al abrir los ojos, buscá figuras en él.
Explorar significados → Si aparece un animal u objeto, investigá su simbolismo y reflexioná sobre cómo podés integrar esa energía en tu vida, o conectalo con lo primero que se te ocurre.
Gracias por estar del otro lado, nos vemos pronto
Felicitas
TRINUM









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